Culiacán, Sinaloa | Hoy se cumplen 18 años de un acontecimiento que difícilmente, por no decir que imposible, vuelva a darse en la Liga de Béisbol JAPAC no solo por el simple hecho de que el béisbol moderno no comulga con hazañas de ese calibre, sino por el entorno y el final tan increíble de dicho juego.
El 15 de julio de 2002 en el campo 3 de la UDJ, el entonces joven veterano Carlos Adrián Angulo abrió por Euronovedades Agrícolas y lanzó durante ¡17 entradas! ante JAPAC pero fue el perdedor. Fue un “juegazo” cuyo score quedó 1-0. Su antagonista Edgar Millán, por cierto, cubrió 13 episodios pero quien resultó ser el ganador fue José Guadalupe Machado con los últimos 4 inning en blanco obviamente.
¿CÓMO CAYÓ LA CARRERA?… INCREÍBLE
En la parte baja de la entrada 17, y ya con 2 outs, Víctor Velázquez abanicó el tercer strike pero el catcher perdió la pelota y aquel llegó a la primera base. Las almohadillas se congestionaron con pasaportes a Rubén Servín y Joaquin Torrero y cuando ya bateaba Arturo Jiménez, Angulo pretendió atrapar con el guante en su espalda la pelota que le devolvía el receptor ¡y se le cayó!.
Ni tardo ni perezoso Velázquez se fue al plato y anotó para dejar en el terreno al rival. Sí, ¡el mismo que debió ser el tercer out!
“El tiro no fue mi muy malo ni muy bueno, pero yo por tanto cansancio de mis piernas me tropecé con la placa de la lomita y no pude tomar la pelota”, recuerda Angulo.
ESO NO FUE TODO
¿Quiren más?, pues resulta que en la segunda entrada pudo haberse redactado un destino muy distinto pues con corredores en las esquinas, sin out, ¡hubo un triple play! a línea al short stop de Rosario López.
LA ÉPICA ENTREVISTA
Unos días después Angulo fue entrevistado por el periódico El Debate, y al reportero le confesó que realmente su brazo hasta esa entrada 17 estaba bien, pero sus piernas flaqueaban debido a una feroz hambre pues no había desayunado.
“No había más pitchers (solo llegaron 10 elementos de su club al juego) y desde 3 entradas antes ni agua ni alimentos en la tiendita, estaba además haciendo un calorón. Ya no sentía las piernas”, recuerda Carlos Adrián.
Y es que el otro lanzador, Carlos García, tuvo que ingresar a fildear en el inning 13 porque el entonces jardinero sufrió calambres y salió.
“Por cierto que Carlos hizo un atrapadón para comenzar un doble play”, evoca.
Tremenda historia, ¿no lo creen?