Culiacán, Sinaloa | No existen estrategias para preparar a los ciudadanos ante fenómenos de violencia que paralizan las actividades cotidianas, pues aunque existen pequeñas iniciativas en escuelas, no las hay en empresas, donde se da una parálisis ante los hechos criminales de alto impacto, explicó la doctora Sylvia Cristina Rodríguez González.
“Todo lo que se da de inseguridad no solo se encuentra en una ficción, también son hechos tangibles y tenemos que estar preparados para ello, y si se han dado algunas intervenciones de preparar a los niños, por ejemplo, pero no estamos pensando en los adultos, no sabemos cómo reaccionar en el caso de una intervención (…) Se hacen las estrategias y la sociedad no las conoce y no sabe cómo reaccionar en caso de fuego, secuestro, o simplemente una movilidad como se ha dado, el hecho de desatar el caos nada más por algo que se publica y no se conoce realmente si es una noticia verdadera o falsa”, comentó.
En un comunicado institucional, la investigadora de la Universidad Autónoma de Sinaloa señaló que el imaginario del miedo se configura de diferentes formas, líneas de pensamiento que llevan deseos, pero también llevan hechos, fantasías y ficciones que, en el caso de Culiacán, ha constituido un imaginario diferente al acostumbrado por el colectivo, sobrepasando sus límites dentro del miedo, construyéndose en exceso hasta llegar al caos.
“Más allá del desorden, hemos caído en un imaginario del terror dentro de lo que está sucediendo”, expresó.
Asimismo, indicó que el imaginario del miedo se visualiza con la escuelas en línea, calles solas, casas herméticas, empresas cerradas, hospitales alertas, falta de transporte público , entre otras apreciaciones ante la inseguridad existente; para después caer en grandes pérdidas de las grandes, medianas y microempresas.
“Ya se ha vivido y para que regrese una franquicia en un trabajo arduo de construir territorio seguro y para que resurja una microempresa es el triple de trabajo para un grupo minoritario o un profesionista en busca de oportunidades”, precisó.
La académica universitaria destacó que, existe mucha especulación ante los hechos que crean una desestabilidad, una vulnerabilidad social, y es esto parte de lo que no permite la creación de un territorio sano, entrar a un diálogo como sociedad para entablar estrategias y opciones que permitan continuar con el desarrollo de una vida cotidiana.